Un cuentito

Pues con la novedad de que salió un nuevo suplemento de literatura en el periódico Cambio de la ciudad de Puebla, este se llama 6 grados de separación y está coordinado por Gerardo Oviedo,. En el número dos (viernes 28,noviembre 2008) se encuentran 6 autores:

1. Helena Rivas

2. Miguel Ángel Bautista

3. Estephani Granda Lamadrid

4. Óscar Gómez Romero

5. Yetel Velázquez

6. Alma Angelina C. Carbajal Guzmán

Existe un blog, pero creo que solo está cargado el primer número, pero igual le pueden dar una vuelta:

http://www.6-grados.blogspot.com/

(por cierto, que era mensual, pero a partir de diciembre será quincenal, les estaré informando)

Aquí les dejo mi cuentito, jejeje, no soy buena, pero ahí la llevamos.

PÁGINA 69 DEL NUEVO LIBRO DE JOHNY W

Lees la página 69 del nuevo libro de Johny W: Así es el amor, cuando menos lo esperas aparece en el lugar menos esperado, incluso en el camión. Cierras de golpe el libro. Frase trillada piensas. Dudas en ir a la firma de autógrafos. Te asomas por la ventana del camión, el paisaje monótono: Respiras profundo y regresas a tu libro. Anotas al final de la página: pero en esta ciudad, nunca pasa nada, una mirada te detiene.

—¿Está ocupado este lugar?

—No —contestas sin ganas.

—Que bueno... ¿y qué lees?— Lo miras con espanto, ¿a quién en esta ciudad de gente poco atenta le importa qué estas leyendo? Él tiene los dientes tan encimados que de verlo sonreírte notas restos de comida, quizá pedazos de jitomate. Disimulas como puedes una mueca de desagrado. Sus ojos ligeramente amarillos lo hacen ver aún más grotesco. Volteas hacia el otro asiento esperando le hable a otra persona.

—Te estoy preguntando a ti.

—¿Yo?

—Sí, a ti, te puedes arrimar un poco para allá, es que entra el aire frío de la ventana y ando un poco enfermo. —Te mueves porque da miedo que acerque su brazo al tuyo. En un acto de supervivencia, lo das el libro para que no sientas su cuerpo huesudo sobre tu brazo.

—Ah, qué interesante —lo coloca bajo su brazo. De seguro quiere algo porque apenas si vio el título del libro, piensas. Sigue sonriéndote.

—¿Y eres de acá?

—Mmmm. No.

—Con razón, ya decía que tienes una cara muy bonita como para ser de acá. —No le dices nada porque tienes miedo. Te asomas nerviosamente a la ventana. Ya debes de bajar.

—Oye, me puedes dar mi libro, es que ya voy a bajar.

—¿Apoco? Yo también.

Toca el timbre sin soltar tu libro. Tu mente no encuentra como safarte del tipo. Bajan del camión y él sigue con la misma sonrisa amarilla.

—Y bueno, ¿por qué no me das tu teléfono para que salgamos a tomar café? Ahora sientes enojo, ¿cómo se lo vas a dar?, ¿qué se cree? Pero sigues teniendo miedo, es más alto que tú, y aunque flaco, quizá tenga más fuerza.

—¿Me das mi libro? —Te lo da y ves en su rostro la cara de un niño que después de haberse portado bien recibirá un juguete.

—Mira…

—Juan, en realidad me llamo Juan W.

—Mira, Juan, si pretendes algo más conmigo estás perdiendo tu tiempo, en primera, tengo pareja y en segunda —respiras tratando de controlarte—, soy hetero.

—Oh... vaya, ¿de verdad? Juan se rasca la cabeza un poco pero parece que tampoco le impacta tanto la respuesta.

—Bueno, entonces discúlpame. Juan W se da la vuelta y se aleja con una bolsa llena de libros.

Te quedas sentado un rato pensando en lo que pasó. Hojeas el libro para calmar tu enojo y buscas el autor de tu libro. Pinche libro, pinche… pinche Johny W.

Cruzas la pierna y fumas, hasta que llega Mario y te besa.

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