Silencios de Agua
Instituto Mexiquense de Cultura (IMC)
Colección Piedra de Fundación.
84 pp.
Primera edición, Toluca, Edo. de Mex. 2009
1000 ejemplares
Segunda edición, Toluca, Edo. de Méx., 2011
1000 ejemplares.
De este poemario, Oscar Wong dijo: “Estephani Granda ya tiene una voz, una respiración salmódica, basada en un universo acústico que lleva al lector del plano habitual, cotidiano, a una dimensión estética más dinámica, con planos simultáneos refigurados. Por lo mismo, Silencios de agua, el poemario con que la autora inicia su travesía literaria, alcanza una proyección intensa con imágenes reveladoras de la emoción intuitiva, veraz, con que elabora sus versos y consigue determinar representaciones emotivas que desembocan en una suerte de paisaje anímico que va desde el canto erótico-sensual hasta el himno celebratorio de lo sensorial y lo espiritual”.
Silencios de
Agua (fragmentos)
1
Hacia dentro
todo
es mar
2
Abro la bitácora de los días
y
en ella enmarco de un maremoto los sonidos
años como hormigas que me bañan
mientras
alguien dice que te llame
que
tu nombre mana de mi cuerpo
que
un afluente de agua calma tu sed
me
arrodillo frente a la luz
y
abro mis labios que perdonan tu ceguera
mis garras de hembra
la
luz me ilumina plena en la derrota
y
conozco tu nombre
conozco tu gente
quiero
ungir tus pies con mis cabellos
quiero
una luz que penetre mi pecho
acostarme entre tus viejos aromas hasta que mi voz se
levante profunda y amorosa
y
que un mar se forme con nosotros
y
estas montañas que miran ingenuas aprendan tu nombre vertido en tu frente
Pero
cómo llamarte ahora desde el olvido en que reposas
Inquebrantable
es el hilo que nos ahorca
Y
hay barcos que arden con la lluvia de agosto
hermanos
que se lanzan desde la arena porque no se encuentran
y
se arrancan los ojos también
y
el tiempo del corazón
Y
arden solos
Solos
se queman el nombre buscando agua en nuestro cuerpo
Solos en el frío que ahuyenta a los
difuntos deambulan
Cuánto
dolor en el aire
Qué
dolor se quema lento
qué
abanico de huesos y de polvo se pierden en esta tarde
No
saben llamarse a sí mismos
Qué
mentira habrán de contar tus hijos para callar a la anciana que seré
qué
alimento de sangre mezclarán
qué
polvos
qué
podridas flores
qué
mutismo levantará los hombros
y
yo
que
amo tus ojos ciegos
levanto
el silencio de las calles
sueño
que voy ensartando Islas pequeñas
donde
hago un collar de tiempo lento
de talle amargo
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