(Presentan: Alí Calderón y Roberto Martínez Garcilazo)
Para la traidora
HAZTE fuerte para mi lengua
toma mi corazón y esta coraza de músculos suaves
Toma las avenidas que trozan mi cuerpo en líneas verdeazules
deletrea con brasas dulces la canción:
Hurga dentro de mi vestido
donde se fatiga el ojo de la noche
donde la humedad nos llueve:
No se trata de rasgar la carne frente a mí
No es abrirse y mostrar el corazón rendido sobre la arena
no es esperar a que venga un hombre solo
y nos deje acompañarlo
deslizar tras el espejo tardes de sal
derrotadas
No se trata de reírnos ocultas
de atizar el deseo con tibia leche
No es la miel recorriendo nuestra garganta esta noche
no es desear tu cuerpo como lo hace ella
no es que desprendamos con lentitud las páginas de mi vida
Entre mis manos como finísimos huesos calcinados
está la deshonra de las mujeres de mi casa
Lo sé
Es aprender a ponerse triste
y pedir a cualquiera se quede esta noche
Es besar al niño moribundo
despedirse
esperar por siempre
Es abrir los ojos un día y saber que no estás en casa
que ya nunca más en casa habrá un desahuciado que te desee
Te recuestas:
lascivas piernas abres esta noche
Es cuestión de sentirse complacida por desnudarse otra vez hoy
ahora
por sentir todo golpe
Pero habrá que operarse los ojos
porque esta luz se agolpa dolorosamente en las pupilas
Las noches se vienen encima como piedras
y rasgan carne blanda
y habrá alguien que desee ser desgarrado
y tú no podrás cortar esa garganta
Esta noche
duermes con el calor en las mejillas
con las piernas descubiertas
y esperas
como ayer
a la navaja nocturna atravesando tu corazón
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